10 de mayo de 2025
Toni Hernández

Menos basura en nuestro compromiso con el medio ambiente

Este fin de semana, la montaña de Cullera ha sido testigo de algo diferente. No ha sido solo un paseo entre pinos ni una ruta de domingo. Ha sido una declaración de intenciones. Porque a veces, lo que empieza con una bolsa de basura en la mano termina con el corazón más lleno que la mochila.

Lo que comenzó como una idea impulsada desde nuestro club Xino-Xano, con el respaldo del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento, se transformó en una pequeña revolución silenciosa: devolverle algo a ese paisaje que tantas veces nos ha regalado paz, vistas y desconexión.

El punto de partida ha sido la zona del radar. Desde allí, subimos en grupo hasta el Castillo caminando por esos senderos que muchos de nosotros conocemos como la palma de la mano. Pero esta vez, algo era distinto. Íbamos atentos, no solo al canto de los pájaros o al crujido de las hojas, sino a las esquinas, a las cunetas, a lo que no debería estar allí.

Llevábamos guantes, bolsas y una motivación compartida: recoger la basura. Pero también sembrar algo más profundo. Conciencia. Responsabilidad. Amor por lo nuestro.

Durante la jornada, logramos retirar:

  • • 19 kg de plásticos
  • • 8 kg de vidrio
  • • 9 kg de papel y cartón
  • • 11 kg de otros residuos

En total, 47 kilos de residuos menos en la montaña. Pero, sinceramente, lo más importante no pesaba. Eran las sonrisas entre voluntarios, los "mira lo que he encontrado", los silencios compartidos mirando el paisaje más limpio.

La participación ha sido el alma de esta jornada. Personas que podrían haberse quedado en casa, pero eligieron madrugar un sábado para cuidar algo que sentimos como nuestro.

Y también estuvo con nosotros el concejal de Medio Ambiente, Víctor López. No solo facilitó todo lo necesario, sino que caminó con nosotros, recogió basura, habló con nosotros. No fue una foto institucional. Fue un gesto sincero de compromiso. Y eso se notó.

A veces pensamos que cuidar el planeta es cosa de grandes campañas o de decisiones lejanas. Pero este sábado comprobamos que todo empieza con una decisión sencilla: no mirar hacia otro lado. Esta jornada nos enseñó que no se necesita mucho para marcar la diferencia: unas bolsas de basura, unos guantes y, sobre todo, voluntad de hacer algo bueno aunque sea pequeño. Desde el club Xino-Xano, queremos dar las gracias a todas las personas que estuvieron allí. Las que recogieron basura, las que compartieron conversación, las que subieron la montaña con una misión distinta.

Esto no ha sido solo una limpieza. Ha sido una forma de hablarle al futuro con acciones. De recordarnos que cuidar la naturaleza es también cuidarnos entre todos.

Y lo mejor es que esto no termina aquí. Seguiremos organizando actividades, compartiendo caminos y sembrando esa semilla que parece pequeña, pero que, si la cuidamos, puede cambiarlo todo.